Las bolsas para autoclave normalmente están hechas de polietileno de alta densidad (PEAD) o de polipropileno robusto para resistir roturas y perforaciones. También están disponibles en versiones para bajas temperaturas (aptas para su uso en temperaturas de hasta 121 ºC) o altas temperaturas (hasta 134 ºC) en función de la naturaleza del contenido y los ajustes seleccionados en el autoclave.

Las bolsas para autoclave también están disponibles en sus versiones fabricadas con papel de alta calidad y resistente a la humedad, lo que también es adecuado para su uso tanto en esterilizadores con radiación gamma como en autoclaves. Están disponibles en una gama de tamaños y capacidades.

¿Dónde puedo usar las bolsas de autoclave?

Estos productos son fundamentales en una gama de distintos lugares de trabajo:

• En laboratorios clínicos o de riesgo biológico cuando se manejan cantidades grandes de desperdicios contaminados.
• En salas quirúrgicas para la esterilización de los instrumentos y los equipos.
• En la investigación biológica, el cultivo de células o los laboratorios microbiológicos para esterilizaciones rutinarias de materiales de cristal y plástico.
• En otros entornos industriales (por ejemplo, la industria de los lácteos) donde los materiales potencialmente peligrosos deben almacenarse con seguridad y por separado.