Vasos de precipitados
Los vasos de precipitados de laboratorio se distinguen de los matraces porque generalmente tienen los laterales rectos en lugar de inclinados, aunque los vasos de precipitados apilables presentan lados cónicos para un almacenamiento eficiente. Normalmente tienen la base plana y forma cilíndrica y la mayoría cuenta con un pico para ayudar en el vertido. Comúnmente los vasos de precipitados están hechos de cristal, normalmente borosilicato; sin embargo, también se fabrican a partir de ciertos plásticos como polietileno, polipropileno, polimetilpenteno (PMP) y politetrafluoroetileno (PTFE), o metal como el aluminio o el acero inoxidable.
Están disponibles en una variedad de capacidades, en perfiles bajo (también conocidos como forma baja) y alto y cristal resistente (pared más gruesa) con bordes reforzados para resistir un uso más intensivo. La mayoría de los vasos de precipitados presentan líneas de graduación impresas o grabadas para indicar el nivel de volumen contenido, aunque esas marcas no proporcionan una medida exacta.
Los vasos de precipitados de cristal con perfil bajo son excelentes para el uso general en laboratorio, ya que evitan derrames, ofrecen buena resistencia química y resisten temperaturas más elevadas.
Los vasos de precipitados de vidrio de laboratorio comúnmente tienen el fondo plano, los lados rectos y forma cilíndrica; y la mayoría cuentan con un pico para ayudar en el vertido. Por lo general, están disponibles en una gama de capacidades de 5 ml a 10 L y cuentan con líneas de graduación impresas (no diseñadas para una medición precisa). Además, algunos tienen un área de marcado. Los dos tipos de vidrio que se utilizan comúnmente para los vasos de precipitados de laboratorio son el vidrio de borosilicato y el vidrio sodocálcico; ambos ofrecen mayor duración, resistencia química completa y compatibilidad con esterilización en autoclave:
- Vidrio de borosilicato: apto para agua, soluciones salinas, ácidos, halógenos y disolventes orgánicos por su alta resistencia al ataque. Sin embargo, el ácido fluorhídrico, el ácido fosfórico concentrado en caliente y las soluciones alcalinas fuertes podrán causar corrosión
- Vidrio de borosilicato neutro: ideal para el almacenamiento o envasado de productos ácidos, neutros y alcalinos por sus propiedades de resistencia química
- Vidrio sodocálcico: normalmente adecuado para almacenar y contener polvos secos, ya que este material es menos resistente a los productos químicos
Los vasos de precipitados de plástico son populares para el uso general en el que hay riesgo de roturas, ofrecen buena resistencia química y normalmente se pueden esterilizar en autoclave. Son resistentes a la mayoría de los productos químicos y algunos pueden resistir temperaturas más elevadas, por ejemplo, los vasos de precipitado de PTFE.
Los vasos de precipitados de metal pueden presentar también un borde ligeramente acampado, con o sin pico y revestimiento antiadherente. Los vasos de precipitados de metal no se rompen ni se astillan al usarlos.